Peliculas.
Dieciseis bolsas de basura. Es el nombre de uno de los extras que incluye esta edicion en DVD de un documental impactante. En este, 16 muestras de hamburguesas se pudren a muy distinta velocidad. ¡Unas papitas fritas casi intactas despues de mas de tres semanas! (Imaginemos como queda en el estomago... ). Superengordame es la traduccion literal de la expresion "Super Size Me", y es una ironica forma de refererirse a la manera en que los empleados de las grandes tiendas de hamburguesas del mundo sugieren que el cliente aumente el tamaño de su pedido con un refresco de escandalosa cantidad de calorias.
Esta cinta exhibe sin reservas lo peligroso que resultan los ingredientes de la comida rapida y los efectos depresivos que comerla en exceso provoca. Casualmente despues de que la vi, comence a cambiar mi dieta radicalmente y parece que despues de muchos años de preferir esos restaurantes, ahora tengo principios ulcerosos que me han hecho abandonar muchos alimentos y bebidas nocivos que antes con gusto consumia.
En la cinta. es triste ver a este hombre alimentarse tres veces al dia con una hamburguesa, un refresco y papas grandes. La degradacion que padece su cuerpo, monitoreado puntualmente a lo largo de ese tortuoso mes, lo pone en riesgo incluso de muerte, segun uno de sus doctores, quien, alarmado, le exige terminar de inmediato con su desquiciado proyecto filmico. Para complementar el estado de animo que me dejo absolutamnete asqueado por ver la clase de "alimentos" que son esos, vi tambien "Fast Food Nation", terrible pelicula basada en una novela de Eric Schlosser donde se observa el horroroso proceso por el que pasan las carnes que con gusto devoramos a diario en nuestras mesas (jamones, salchichas, carnes, etc.) y en aquellos templos a la glotoneria.
Evitar a toda costa esos restaurantes y limitar la comida de dudosa procedencia es la mejor manera para dejar grasas y alcohol, asqueandose hasta el limite y regresando a donde comenzamos... lo mas natural. Y claro, tambien hay que evitar la cultura de la comida chatarra entre los niños, con estomaguitos que llegan putrefactos a una adolescencia gris y deprimente. Pero bueno, que cada quien eduque y forme a sus menores como quiera, aunque sea de acuerdo al Sindrome del Avestruz, queriendo siempre evadir la realidad. Yo por lo menos, pienso que no hay nada como unas crepas de pollo o pescado o una sopa casera hecha por Eric.
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